1 SAMUEL 19: 11-16

1 S 19:11 Saúl envió luego mensajeros a casa de David para que lo guardasen, y lo matasen a la mañana. Mas Michâl su mujer lo descubrió a David, diciendo: Si no salvares tu vida esta noche, mañana serás muerto. 1 S 19:12 Y descolgó Michâl a David por una ventana; y él se fue, y huyó, y escapóse. 1 S 19:13 Tomó luego Michâl una estatua, y púsola sobre la cama, y acomodóle por cabecera una almohada de pelos de cabra, y cubrióla con una ropa. 1 S 19:14 Y cuando Saúl envió mensajeros que tomasen a David, ella respondió: Está enfermo. 1 S 19:15 Y tornó Saúl a enviar mensajeros para que viesen a David, diciendo: Traédmelo en la cama para que lo mate. 1 S 19:16 Y como los mensajeros entraron, he aquí la estatua estaba en la cama, y una almohada de pelos de cabra por cabecera.

 

1 SAMUEL 20: 30-42

1 S 20:30 Entonces Saúl se enardeció contra Jonathán, y díjole: Hijo de la perversa y rebelde, ¿no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre? 1 S 20:31 Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú serás firme, ni tu reino. Envía pues ahora, y traémelo, porque ha de morir. 1 S 20:32 Y Jonathán respondió a su padre Saúl, y díjole: ¿Por qué morirá? ¿qué ha hecho? 1 S 20:33 Entonces Saúl le arrojó una lanza por herirlo: de donde entendió Jonathán que su padre estaba determinado a matar a David. 1 S 20:34 Y levantóse Jonathán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de la nueva luna: porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado. 1 S 20:35 Al otro día de mañana, salió Jonathán al campo, al tiempo aplazado con David, y un mozo pequeño con él. 1 S 20:36 Y dijo a su mozo: Corre y busca las saetas que yo tirare. Y como el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta que pasara más allá de él. 1 S 20:37 Y llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonathán había tirado, Jonathán dió voces tras el muchacho, diciendo: ¿No está la saeta más allá de ti? 1 S 20:38 Y tornó a gritar Jonathán tras el muchacho: Date priesa, aligera, no te pares. Y el muchacho de Jonathán cogió las saetas, y vínose a su señor. 1 S 20:39 Empero ninguna cosa entendió el muchacho: solamente Jonathán y David entendían el negocio. 1 S 20:40 Luego dió Jonathán sus armas a su muchacho, y díjole: Vete y llévalas a la ciudad. 1 S 20:41 Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David de la parte del mediodía, e inclinóse tres veces postrándose hasta la tierra: y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro, aunque David lloró más. 1 S 20:42 Y Jonathán dijo a David: Vete en paz, que ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová sea entre mí y ti, entre mi simiente y la simiente tuya, para siempre.

 

1 SAMUEL 24: 1-15

1 S 24:1 Y como Saúl volvió de los Filisteos, diéronle aviso diciendo: He aquí que David está en el desierto de Engaddi. 1 S 24:2 Y tomando Saúl tres mil hombres escogidos de todo Israel, fue en busca de David y de los suyos, por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses. 1 S 24:3 Y como llegó a una majada de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella a cubrir sus pies: y David y los suyos estaban a los lados de la cueva. 1 S 24:4 Entonces los de David le dijeron: He aquí el día que te ha dicho Jehová: He aquí que entregó tu enemigo en tus manos, y harás con él como te pareciere. Y levantóse David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl. 1 S 24:5 Después de lo cual el corazón de David le golpeaba, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. 1 S 24:6 Y dijo a los suyos: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová. 1 S 24:7 Así quebrantó David a los suyos con palabras, y no les permitió que se levantasen contra Saúl. Y Saúl, saliendo de la cueva, fuése su camino. 1 S 24:8 (24-9) También David se levantó después, y saliendo de la cueva dió voces a las espaldas de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y como Saúl miró atrás, David inclinó su rotro a tierra, e hizo reverencia. 1 S 24:9 Y dijo David a Saúl: ¿Por qué oyes las palabras de los que dicen: Mira que David procura tu mal? 1 S 24:10 He aquí han visto hoy tus ojos como Jehová te ha puesto hoy en mis manos en la cueva: y dijeron que te matase, mas te perdoné, porque dije: No extenderé mi mano contra mi señor, porque ungido es de Jehová. 1 S 24:11 Y mira, padre mío, mira aún la orilla de tu manto en mi mano: porque yo corté la orilla de tu manto, y no te maté. Conoce pues y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; con todo, tú andas a caza de mi vida para quitármela. 1 S 24:12 Juzgue Jehová entre mí y ti, y véngueme de ti Jehová: empero mi mano no será contra ti. 1 S 24:13 Como dice el proverbio de los antiguos: De los impíos saldrá la impiedad: así que mi mano no será contra ti. 1 S 24:14 ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿a quién persigues? ¿a un perro muerto? ¿a una pulga? 1 S 24:15 Jehová pues será juez, y él juzgará entre mí y ti. El vea, y sustente mi causa, y me defienda de tu mano.

 

1 SAMUEL 28: 3-20

1 S 28:3 Ya Samuel era muerto, y todo Israel lo había lamentado, y habíanle sepultado en Rama, en su ciudad. Y Saúl había echado de la tierra los encantadores y adivinos. 1 S 28:4 Pues como los Filisteos se juntaron, vinieron y asentaron campo en Sunam: y Saúl juntó a todo Israel, y asentaron campo en Gilboa. 1 S 28:5 Y cuando vió Saúl el campo de los Filisteos, temió, y turbóse su corazón en gran manera. 1 S 28:6 Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. 1 S 28:7 Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de pythón, para que yo vaya a ella, y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de pythón. 1 S 28:8 Y disfrazóse Saúl, y púsose otros vestidos, y fuése con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de pythón, y me hagas subir a quien yo te dijere. 1 S 28:9 Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha separado de la tierra los pythones y los adivinos: ¿por qué pues pones tropiezo a mi vida, para hacerme matar? 1 S 28:10 Entoces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto. 1 S 28:11 La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. 1 S 28:12 Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: 1 S 28:13 ¿Por qué me has engañado? que tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas: ¿qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. 1 S 28:14 Y él le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. 1 S 28:15 Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy congojado; pues los Filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por mano de profetas, ni por sueños: por esto te he llamado, para que me declares qué tengo de hacer. 1 S 28:16 Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, habiéndose apartado de ti Jehová, y es tu enemigo? 1 S 28:17 Jehová pues ha hecho como habló por medio de mí; pues ha cortado Jehová el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero David. 1 S 28:18 Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el furor de su ira sobre Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. 1 S 28:19 Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los Filisteos: y mañana seréis conmigo, tú y tus hijos: y aun el campo de Israel entregará Jehová en manos de los Filisteos. 1 S 28:20 En aquel punto cayó Saúl en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; que no quedó en él esfuerzo ninguno, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.

 

1 SAMUEL 31: 1-7

1 S 31:1 LOS Filisteos pues pelearon con Israel, y los de Israel huyeron delante de los Filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa. 1 S 31:2 Y siguiendo los Filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonathán, y a Abinadab, y a Melchîsua, hijos de Saúl. 1 S 31:3 Y agravóse la batalla sobre Saúl, y le alcanzaron los flecheros; y tuvo gran temor de los flecheros. 1 S 31:4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y pásame con ella, porque no vengan estos incircuncisos, y me pasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl la espada, y echóse sobre ella. 1 S 31:5 Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él. 1 S 31:6 Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones. 1 S 31:7 Y los de Israel que eran de la otra parte del valle, y de la otra parte del Jordán, viendo que Israel había huído, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron las ciudades y huyeron; y los Filisteos vinieron y habitaron en ellas.

 

 

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