LUCAS 23: 34-43

Lc 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes. Lc 23:35 Y el pueblo estaba mirando; y se burlaban de Él los príncipes con ellos, diciendo: A otros hizo salvos: sálvese a sí, si éste es el Mesías, el escogido de Dios. Lc 23:36 Escarnecían de Él también los soldados, llegándose y presentándole vinagre, Lc 23:37 Y diciendo: Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate a ti mismo. Lc 23:38 Y había también sobre Él un título escrito con letras griegas, y latinas, y hebraicas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS. Lc 23:39 Y uno de los malhechores que estaban colgados, le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Lc 23:40 Y respondiendo el otro, reprendióle, diciendo: ¿Ni aun tú temes a Dios, estando en la misma condenación? Lc 23:41 Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos: mas éste ningún mal hizo. Lc 23:42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vinieres a tu reino. Lc 23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.

 

LUCAS 23: 44-49

Lc 23:44 Y cuando era como la hora de sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. Lc 23:45 Y el sol se obscureció: y el velo del templo se rompió por medio. Lc 23:46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, espiró. Lc 23:47 Y como el centurión vió lo que había acontecido, dió gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. Lc 23:48 Y toda la multitud de los que estaban presentes a este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían hiriendo sus pechos. Lc 23:49 Mas todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.

 

LUCAS 24: 13-35

Lc 24:13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea que estaba de Jerusalem sesenta estadios, llamada Emmaús. Lc 24:14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acaecido. Lc 24:15 Y aconteció que yendo hablando entre sí, y preguntándose el uno al otro, el mismo Jesús se llegó, e iba con ellos juntamente. Lc 24:16 Mas los ojos de ellos estaban embargados, para que no le conociesen. Lc 24:17 Y díjoles: ¿Qué pláticas son estas que tratáis entre vosotros andando, y estáis tristes? Lc 24:18 Y respondiendo el uno, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Tú sólo peregrino eres en Jerusalem, y no has sabido las cosas que en ella han acontecido estos días? Lc 24:19 Entonces Él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús Nazareno, el cual fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; Lc 24:20 Y cómo le entregaron los príncipes de los sacerdotes y nuestros príncipes a condenación de muerte, y le crucificaron. Lc 24:21 Mas nosotros esperábamos que Él era el que había de redimir a Israel: y ahora sobre todo esto, hoy es el tercer día que esto ha acontecido. Lc 24:22 Aunque también unas mujeres de los nuestros nos han espantado, las cuales antes del día fueron al sepulcro: Lc 24:23 Y no hallando su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, los cuales dijeron que Él vive. Lc 24:24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho; más a Él no le vieron. Lc 24:25 Entonces Él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! Lc 24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Lc 24:27 Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, declarábales en todas las Escrituras lo que de Él decían. Lc 24:28 Y llegaron a la aldea a donde iban: y Él hizo como que iba más lejos. Lc 24:29 Mas ellos le detuvieron por fuerza, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró pues a estarse con ellos. Lc 24:30 Y aconteció, que estando sentado con ellos a la mesa, tomando el pan, bendijo, y partió, y dióles. Lc 24:31 Entonces fueron abiertos los ojos de ellos, y le conocieron; mas Él se desapareció de los ojos de ellos. Lc 24:32 Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? Lc 24:33 Y levantándose en la misma hora, tornáronse a Jerusalem, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos. Lc 24:34 Que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Lc 24:35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo había sido conocido de ellos al partir el pan.

 

LUCAS 24: 50-53

Lc 24:50 Y sacólos fuera hasta Bethania, y alzando sus manos, los bendijo. Lc 24:51 Y aconteció que bendiciéndolos, se fue de ellos; y era llevado arriba al cielo. Lc 24:52 Y ellos, después de haberle adorado, se volvieron a Jerusalem con gran gozo; Lc 24:53 Y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.

 

 

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