La Corriente de los Tiempos - ¡SUENEN LA ALARMA!
 
por Charles Haddon Spurgeon

 
 
[Este artículo fue escrito en 1888. Es la declaración de Spurgeon acerca de porqué él se separó de la comprometedora Asociación Bautista de Londres (London Baptist Association).]
 
La Separación No Sólo Es Nuestro Privilegio Sino También Nuestro Deber
 
Los amigos habrán notado con interés el repetido debate en la Asociación Bautista de Londres sobre si debería haber "Un credo básico" y cuál debería ser esa base, si se decide tener una. Parece haber una opinión corriente de que yo he estado detrás de esta controversia, y que si yo no he aparecido en ella, al menos yo he movido los hilos. Pero esto no es verdadero. Yo he tomado un profundo interés en las luchas de mis hermanos ortodoxos: pero yo nunca aconsejé esas luchas, ni alenté la más leve esperanza de que tendrían éxito. Mi curso ha sido de otra especie. Tan pronto como yo vi, o pensé que vi, que el error había llegado a establecerse firmemente. Yo no me puse a deliberar, sino que quité el cuerpo instantáneamente. Desde entonces mi único consejo ha sido, "Salid de en medio de ellos". Si me he regocijado en la lealtad a la verdad de Cristo la cual ha sido mostrada en otros cursos de acción, sin embargo yo siento que ninguna protesta podría igualar a la clara separación de la maldad conocida.
 
Yo nunca ofrecí a la Unión, o a la Asociación el arrogante soborno de un regreso personal si un credo fuese adoptado; sino que por el contrario. Dije a la delegación de la Unión que yo no retornaría cuando hube visto como iban las cosas, y decliné el confundir mi propia acción personal con la consideración de una cuestión de vital importancia para la comunidad. Nunca busqué de la Asociación la consideración de ''Un Credo básico," sino que al contrario, cuando ofrecí que mi renuncia pudiera mantenerse aún cuando tal consideración hubiera tomado lugar, aseguré a los hermanos que lo que hice fue final, y no dependía de su acción en el tema de un credo. El intento, por lo tanto, de obtener una base de unión en la asociación, lo que sea que se piense de ella, debería ser visto como un asunto completamente aparte de mí, porque así verdaderamente ha sido.
 
¿La Asociación Debería Ser Exclusiva O Inclusiva?
 
Puedo, sin embargo, aventurarme a expresar la opinión de que los hermanos evangélicos en la Asociación han actuado con mucha bondad, y han mostrado un fuerte deseo de habitar en unión con otros, si tal unión pudiera estar acompañada sin el sacrificio de la verdad. Ellos prácticamente dijeron: Nosotros pensamos que hay algunas grandes verdades que son esenciales a la recepción de la religión Cristiana, y no pensamos que seríamos correctos si nos asociamos con aquellos que repudian esas verdades. ¿No estaría acaso usted de acuerdo en que esas verdades deberían ser declaradas, y que debería ser evidente que las personas que fallan en aceptar esas verdades vitales no pueden unirse a la Asociación? Ciertamente los puntos mencionados fueron bastante elementales, y no nos asombra que uno de los hermanos haya exclamado: "Que Dios ayude a aquellos que no creen estas cosas. ¿Dónde deben estar ellos?'' Verdaderamente, fueron recogidas pocas objeciones a las declaraciones que fueron enlistadas, pero la objeción fue que una fe en aquellas fuera indispensable para la membresía. Así fue sin embargo como fue dicho eso: "Sí, nosotros creemos en la Divinidad de Jesús; pero no dejaríamos a un hombre afuera de nuestro compañerismo a causa de que él piense que nuestro Señor es un mero hombre. Nosotros creemos en la expiación: pero si otro hombre la rechaza, él no debe, debido a esto, ser excluido de nuestro número". Aquí estuvo el punto en cuestión: una parte tendría compañerismo alegremente con cada persona que haya sido bautizada, y la otra parte desearía que al menos los elementos de la fe deberían ser creídos, y los primeros principios del Evangelio deberían ser profesados por aquellos que son admitidos al compañerismo de la Asociación. Ya que ninguna parte puede entregar en rendición el punto en disputa, ¿qué les queda sino separarse con la menor fricción posible?
 
¿Porqué Deberían Los Nuevos Religionistas Y Los Creyentes Desear Estar Juntos?
 
En esta hora, debo confesar que no entiendo la acción de cada lado en esta disputa, si es vista con la clara luz de la lógica. ¿Porqué desearían ellos estar juntos? Aquellos que desean compañerismo ilimitado de hombres de cada matiz o fe o duda serían todos más libres mediante la ausencia de esos obstinados evangélicos que les han costado tantas batallas a ellos. Los hermanos, por otra parte, que tienen una fe doctrinal, y la aprecian, deben haber aprendido para este tiempo que cualesquiera sean los términos con que se puedan hacer las paces, no hay unidad espiritual entre ellos y los nuevos religionistas. Ellos deben también haber sentido que el mismo esfuerzo de hacer un contacto que será tácitamente entendido en dos sentidos está lejos de ser un ejercicio ennoblecedor y purificante para cada parte.
 
Los Hermanos En El Medio
 
Los hermanos en el medio son la fuente de este quedarse unidos de elementos discordantes. Aquellos que están por la paz a cualquier precio, quienes se persuaden a sí mismos de que hay muy pocas cosas erradas, que se preocupan principalmente de mantener existiendo las instituciones, esas son las buenas personas que inducen a los cansados combatientes a repetir el fútil intento de una coalición, la cual, dada la naturaleza de las cosas, deberá derrumbarse. Si ambos lados pudieran ser infieles a la conciencia, o si el glorioso Evangelio pudiera ser puesto completamente fuera de cuestión, podría ser establecida una alianza de amistad; pero como ninguna de esas cosas puede ser, parecería no haber razones para perseverar en el intento de mantener una confederación para la cual no hay justificación en los hechos, y de la cual no puede haber un resultado valioso, viendo que ella no corporiza una verdad viviente. Un deseo por unidad es encomiable. ¡Benditos los que pueden promoverla y preservarla! Pero hay otras materias a ser consideradas también además de la unidad, y a veces ellas pueden aún demandar el primer lugar. Cuando la unión llega a ser una imposibilidad moral, puede casi separarse del cálculo en el arreglo de planes y métodos de trabajar. Si es claro como el sol del mediodía que no puede existir unión real es inútil luchar detrás de un imposible, y es sabio abordar otro y más practicable negocio.
 
La Separación Un Deber
 
Cantidades de buenos hermanos permanecen de diferentes maneras en compañerismo con aquellos que están minando el Evangelio; y ellos hablan de su conducta como si ésta fuera un curso amoroso que el Señor aprobará en el día de Su aparición. Nosotros no podemos entenderlos. El deber obligatorio de un verdadero creyente hacia hombres que profesan ser Cristianos, y sin embargo niegan la Palabra del Señor, y rechazan los fundamentos del Evangelio, es salir de entre ellos. Permanecer en una comunidad cuyos socios creen todos en la esperanza de arreglar cuestiones es justo como si Abraham hubiera permanecido en Ur o en Harán, con la esperanza de convertir la casa fuera de la cual él fue llamado.
 
La complicidad con el error quitará al mejor de los hombres el poder de ingresar alguna protesta exitosa contra el mismo. Si algún cuerpo de creyentes tiene erroristas entre ellos, pero está resuelto a tratar con ellos en el nombre del Señor, todo podría resultar bien; pero confederaciones fundadas sobre el principio de que todos pueden entrar, cualquiera sea el punto de vista que mantengan, están basadas en la deslealtad a la verdad de Dios. Si la verdad es opcional, el error es justificable.
 
El Ejército De Los Intermedios Debería Cesar De Ser Político
 
Hay ahora dos partes en el mundo religioso, y una gran multitud mixta que por diferentes causas declina el ser clasificada con una parte u otra. En este ejército de intermedios están muchos que no tienen derecho a estar allí; pero nosotros prescindimos de ellos. Vendrá sin embargo el día cuando ellos tendrán que rendir cuentas con su conciencia. Cuando la luz sea quitada de su lugar ellos podrían tener que llorar porque ellos no estuvieron deseosos de arreglar la lámpara, ni siquiera notaron que la llama se oscurecía.
 
Nuestra presente sentida protesta no es una materia de este hombre o aquél, de este error o aquél; sino de principio. Hay algo esencial a la verdadera fe - alguna verdad que ha de ser creída; o de otra manera cada cosa debe ser dejada al gusto de cada hombre. Nosotros creemos en la primera de esas opiniones, [N.del T: que hay algo esencial a la verdadera fe y que hay una verdad que debe ser creída], y entonces nosotros no podemos soñar con asociaciones religiosas con aquellos que pueden aceptar la segunda teoría. Aquellos que son de nuestro parecer deberían a cualquier costo, actuar al respecto. ¡El Señor les dará decisión, y los destetará de toda política y componenda!
 
El Evangelio Del Siglo Dieciséis Ahora Burlado
 
El partido dondequiera es visible tiene una fe a la moda para el presente siglo -quizás deberíamos más bien decir, para el presente mes. El tal ridiculiza el Evangelio del siglo dieciséis, y de toda época en verdad, excepto de la presente era más iluminada, [N. del T: más iluminada desde el punto de vista de ellos]. No tendrá credo a causa de que no puede tener ninguno: está continuamente en movimiento; no es lo que fue ayer, y no será mañana lo que es hoy. Su grito es por "Libertad", su delicia es la invención. su elemento es el cambio. Por otra parte, todavía sobreviven en medio del resplandor de la luz del siglo dieciséis, unos pocos a quienes esas personas superiores llaman "Fósiles"; lo que quiere decir, que hay creyentes en el Señor Jesucristo que consideran que el verdadero evangelio no es un nuevo evangelio, sino que es el mismo ayer, hoy, y para siempre. Éstos no creen en "puntos de vistas avanzados", sino que juzgan que el punto de vista que salvó un alma en el siglo segundo salvará un alma ahora, y que una forma de enseñanza que era desconocida hasta hace unos pocos años es de muy dudoso valor, y es, con toda probabilidad, "-Otro evangelio, no que haya otro".
 
Es extremadamente dificultoso para estas dos partes habitar en unión. La vieja fábula del carbonero que fue a casa a habitar con el batanero no es nada al lado de esto. El batanero conocería gradualmente los hábitos de su encarbonado compañero, y podría así salvar el lino blanco de su toque; pero en este caso no hay cantidades fijas por parte del carbonero, y nada parece permanente aún en lo negro de su carbón. ¿Cómo puede su amigo tratar con él. ya que él cambia con la luna? Si después de un largo sopesar palabras, las dos partes pudieran construir una base de acuerdo, dada la naturaleza de las cosas, duraría solamente por una temporada; ya que la posición de la parte avanzante pondría todo el acuerdo fuera de orden en unas pocas semanas. La adaptación a las dificultades sería una tarea siempre comenzando y nunca llegando a un final. Si nosotros concordamos, en alguna forma, hoy, un nuevo acuerdo será necesitado mañana. Si yo he de estar donde estoy, y tú habrás de viajar en adelante, es cierto que nosotros no podemos por más tiempo habitar en el mismo cuarto. ¿Porqué intentarlo?
 
Diferencia De Espíritu Entre los Nuevos Religionistas Y Los Antiguos Creyentes
 
Ni es esto meramente creencia doctrinal - hay una diferencia esencial en espíritu entre el antiguo creyente y el hombre de nuevos y avanzantes puntos de vista. Esto es dolorosamente percibido por el hombre Cristiano antes de que pase mucho tiempo. Aún si él es lo bastante afortunado para escaparse de las risas burlonas del refinado, y las bromas del filosófico, él encontrará sus más profundas convicciones cuestionadas, y sus más brillantes creencias tergiversadas por aquellos que se apellidan a sí mismos "hombres pensadores". Cuando un texto de la Palabra ha sido peculiarmente precioso a su corazón, él oirá su autenticidad impugnada, la traducción disputada, o su referencia al Evangelio negada. Él no viajará lejos en el oscuro continente del pensamiento moderno antes de que encuentre la eficacia de la oración debatida, la operación de la divina Providencia cuestionada, y el especial amor de Dios negado. Él se encontrará a sí mismo ser un extranjero en una extraña tierra cuando comience a hablar de su experiencia, y de los caminos de Dios para los hombres. Con toda probabilidad, si él es fiel a su antigua fe, él será un extraño a los hijos de su madre, y encontrará que su alma está entre leones. ¿Con qué finalidad, por lo tanto, son esos apremios hacia una hueca unidad, cuando el espíritu de compañerismo se ha ido por completo?
 
El mundo es bastante grande, ¿porqué no ir por caminos separados? Ruidoso es el grito de nuestros oponentes por libertad; dejémosles tenerla por todos los medios. Pero permitámonos tener nuestra libertad también. Hay un derecho de asociación al cual nosotros no renunciamos, y éste envuelve un derecho de desasociación, que nosotros retenemos con igual tenacidad. Aquellos que son tan extremadamente liberales, de gran corazón, y amplitud mental podrían ser tan buenos como para permitirnos renunciar a los encantos de su sociedad sin venir a parar bajo la plena violencia de su ira.
 
Separación La Única Protesta Completa
 
En todo caso, cueste lo que cueste, el separarnos a nosotros mismos de aquellos que se separan a sí mismos de la verdad de Dios no es sólo nuestra libertad, sino nuestro deber. Yo he levantado mi protesta en la única manera completa por surgir, y yo estaré contento en habitar solo hasta el día cuando el Señor juzgará los secretos de todos los corazones; pero no me parecerá una cosa extraña si otros son encontrados fieles, y si otros juzgan que para ellos tampoco hay otro sendero sino ése que está dolorosamente aparte del camino frecuentado.
 
"Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén " ( Romanos 16:17 -20, Biblia Reina-Valera 1960).
 
Un Fiel Mensaje Desde El Pasado Y Una Palabra Oportuna Para El Presente
 
"Porque hay algún peligro de caer en un Cristianismo blando y afeminado, bajo la excusa de una teología elevada y etérea. El Cristianismo nació para resistir; no es una planta exótica, sino una planta dura, fortalecida por el viento penetrante; no lánguida, ni infantil, ni cobarde. Camina con paso fuerte y erguidamente; es bondadoso, pero firme; es gentil, pero honesto; es calmo, pero no complaciente; servicial, pero no imbécil; decidido, pero no tosco. No teme hablar la severa palabra de condenación contra el error, ni levantar su voz contra la maldad circundante, bajo el pretexto de que no es de este mundo; no se retrae de dar honesta reprobación, por miedo a caer bajo la acusación de mostrar un espíritu no cristiano. Llama al pecado pecado en quienquiera éste se halle, y más bien se arriesga a la acusación de actuar por un mal espíritu antes que no cumplir un deber explícito. No desestimemos palabras fuertes usadas en la honesta controversia. Del calor puede salir una víbora; pero nos la quitaremos y no sentiremos daño. La religión tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento está marcada por fervientes y públicos testimonios contra la maldad. Hablar cosas halagüeñas en un caso así puede ser sentimentalismo, pero no es Cristianismo. Es una traición a la causa de la verdad y de la justicia. Si alguien es franco, varonil, honesto, jovial (no digo brusco o rudo, porque un Cristiano debe ser cortés y atento); es que él ha gustado que el Señor es gracioso, y está esperando y apresurando la venida del día de Dios. Sé que la caridad cubrirá multitud de pecados; pero ella no llama a lo malo bueno, porque un buen hombre lo haya hecho; no excusa inconsistencias, porque el hermano inconsistente tiene un alto nombre y un ferviente espíritu; deshonestidad y mundanalidad son todavía deshonestidad y mundanalidad, aunque se exhiban en quien parezca haber alcanzado una altura no común de logros."
 
- Horatius Bonar
 


Home

Quienes somos

Textos

Sitios importantes

Si quiere hacernos algún comentario escríbanos a licrifu@hotmail.com